La imagen personal es creíble y aceptada por los demás cuando los dos elementos –el visual y el actitudinal– están "encadenados", formando un bloque compacto y que genera mucho poder comunicativo. Si esto no ocurre, el fracaso es estrepitoso y la apariencia se reduce a un simple disfraz. El look "cani" ha sido adoptado por los diseñadores de las grandes marcas de lujo, entre otros motivos, por la fuerza y la rotundidad de su imagen. Una apuesta del hombre del siglo XXI por el barroco urbano.
Peluquería: Alex Azurmendi @ Centro Beta
Asistente Peluquería: Laura Irure
Fotografía: David Arnal Fotografía
Retoque: Javier Villalabeitia
Maquillaje: Wildvandijk
Estilismo: Visori Fashionart
Productos: Montibello Productos