Llongueras forma parte del firmamento de creadores mediterráneos. Por ello, desde la firma creen que la vida debe ser una constante inspiración; todo lo que es inspirador crea arte, tendencia y belleza. “Para ser interesante, uno tiene que provocar“, decía Salvador Dalí. Por ser hogar del deleite, de la estimulación de los sentidos, tierra de artistas y un lugar de inspiración singular, en este sueño de verano Llongueras recorre las estrechas y largas calles de Cadaqués repletas de historia y con un encanto pausado, donde todas y cada una de ellas terminan en el infinito azul.
“En uno de los lugares más áridos minerales y planetarios de la tierra, las mañanas ofrecen una alegría salvaje y amarga, ferozmente analítica y estructural: las noches son morbosas y los olivos brillantes. La brisa matinal dibuja sonrisas de pequeñas olas felices a las aguas. Por la tarde y a menudo, como consecuencia de los islotes que hacen de Portlligat una especie de lago, el agua está tan tranquila que refleja los dramas del cielo crepuscular,” decía Salvador Dalí.
Siempre arraigado a su estilo mediterráneo, Llongueras se traslada a Cadaqués, tierra de alegría y placer por su luz y belleza. Utilizando el cabello como un lienzo creativo y reflejo de sensualidad, Llongueras empodera a las mujeres bajo una belleza que va más allá de lo físico y las hace libres en días más largos y noches más cortas e intensas en la Costa Brava.