Nos tiene rendidos a sus pies. Sin embargo, para que un flequillo que nos encanta no se convierta en una mala decisión estilística hay que conocer sus entresijos. Nosotras hemos hablado con Gonzalo Zarauza, director de Centro Beta en San Sebastián y experto en asesoría de imagen.
¿Qué importancia tienen los flequillos en la imagen personal?
El flequillo es uno de los elementos del peinado que más influye en la apariencia del rostro, ya que crece en el contorno de la frente y la puede ocultar total o parcialmente. Siempre está ahí y ha pasado de ser de uso exclusivo de sus seguidoras incondicionales a convertirse, de la noche a la mañana, en tendencia dominante y a estar presente en las pasarelas, en los blogs de las influencers más destacadas y, también, en la alfombra roja, donde algunas celebrities muy imitadas lucen sus looks.
¿Qué tipos de flequillo podemos diferenciar?
Con los flequillos se tienen en cuenta, al menos, cinco aspectos: la forma, el volumen, la longitud, el color y la dirección. Las diferentes combinaciones de estos parámetros dan como resultado una increíble variedad de flequillos. De estos aspectos, la longitud y la forma son los más determinantes. Los flequillos largos acortan el rostro y, por el contrario, los más cortos o abiertos, lo alargan. Por su parte, la forma de la línea del flequillo puede ser recta, curva, quebrada, asimétrica, etc. Esta forma es la que, con frecuencia, determina el nombre del flequillo.
Microflequillo: cubre ligeramente la frente desde el nacimiento del cabello. Es genial en los estilos pixie muy cortos, pero ¡ojo!, deja totalmente al descubierto la frente y enfatiza la forma del rostro.
Baby bangs: muy cortos y rectos, recuerdan a los de los niños. Fue popularizado por Audrey Hepburn. Marca muchísimo la imagen y ensancha el rostro. Está indicado solo para mujeres arriesgadas, que quieran darle a su estilo un toque vanguardista.
Cortina: se abre desde el centro hacia los lados. El efecto resultante recuerda a las cortinas, de ahí su nombre. Es muy cómodo de llevar y muy favorecedor. Este año está de rabiosa actualidad, pero se le puede considerar como uno de los flequillos intemporales.
Ladeado y asimétrico: la diferencia entre uno y otro es que el ladeado se corta de forma simétrica y se peina hacia un lado. En cambio, el asimétrico se corta con diferentes longitudes. Los dos alargan el rostro y dan un aspecto jovial.
¿Qué tipo de flequillo sienta bien a cada tipo de rostro?
No se puede simplificar tanto y atribuir a cada tipo de rostro un flequillo, ya que hay otros factores tanto o más determinantes que la propia forma del rostro. Por ejemplo, el tamaño de la nariz o la frente e, incluso, el tamaño de los ojos son aspectos a tener muy en cuenta.
No hay reglas fijas, pero sí claves infalibles. Si el rostro es redondeado o tiene líneas curvas en sus elementos, como ojos globulosos o labios prominentes, hay que optar por flequillos con líneas rectas o quebradas. Por el contrario, los rostros muy angulosos o con trazos muy lineales se corrigen con flequillos curvos y asimétricos. Entre tanto, una nariz prominente necesita un flequillo con volumen.
¿En qué casos recomiendas hacerse flequillo y cuándo es mejor evitarlo?
El uso o no de los flequillos va más allá de las modas y está muy relacionado con la seguridad en la propia imagen. Hay personas que no quieren mostrar jamás su frente, incluso, cuando sus proporciones son correctas. En esos casos, el flequillo se convierte en un elemento muy valorado.
Con toda seguridad se puede afirmar que hay un flequillo adecuado para cada estilo. Pero, en los casos en que la línea de crecimiento del cabello en la frente tiene muchos remolinos, no conviene hacerse un flequillo con un acabado muy controlado. Por ejemplo, un flequillo recto corto solo estará bonito unos minutos después de haber ido a la peluquería, ya que, en poco tiempo, la fuerza del propio remolino descontrola la forma.
Estos son los beneficios del flequillo:
– Corrige la forma del rostro y disimula o enfatiza alguno de sus elementos (nariz, ojos, etc.).
– Renueva la imagen y actualiza el estilo del peinado, sin necesidad de recurrir a cortes muy drásticos.
– Rejuvenece y aporta frescura al estilo personal. Tal es su impacto que, si tiene movimiento y líneas poco definidas, el flequillo puede disimular las arrugas e, incluso, desviar la atención en caso de tener alguna mancha o cicatriz en el rostro.
– Enfatiza la mirada. El flequillo tiene el poder de resaltar los ojos y atraer todas las miradas hacia ellos. Los que cubren completamente las cejas hunden los ojos, mientras que los que se recortan sobre las cejas o ligeramente por encima remarcan la mirada.
– Corrige visualmente el tamaño de la frente y la nariz. Los flequillos con volumen y ligeramente desfilados ayudan a disimular la nariz prominente, pero hay que tener cuidado, ya que, si son demasiado largos, producirán el efecto contrario.
Por estos y otros beneficios, podemos decir que el flequillo es magia en el rostro.
¿Qué cuidados requiere el flequillo?
Depende del tipo de flequillo y, sobre todo, de su longitud. Los más largos tienen una mayor vida, pero, en los cortos, el crecimiento es más rápido y, por lo tanto, se incrementan las visitas al salón.
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Imágenes: Getty Images