Y es que la cerveza de jengibre describe a la perfección esta “tonalidad multidimensional que añade luz y calidez al rostro”, explica el estilista Eduardo Sánchez. "Se trata de un tono caoba con matices cobrizos y no tan dorados como los que se han llevado hasta ahora. Un color con efecto 3D, que se consigue gracias a la aplicación de mechas muy sutiles que se entrelazan y proporcionan movimiento y ligereza”.
Se trabaja desde la base
“Para lograr un tono bonito y profundo, debe trabajarse el color desde la base. Es decir, no debe ser un trabajo únicamente de mechas. Primero se trabaja la base y después se realiza un balayage de mechas muy sutiles, adaptadas al corte y a la piel, ojos, etc., que añadan profundidad y dimensión a la melena", apunta el director de Maison Eduardo Sánchez.
"Se trata de una tonalidad que vuelve a confirmar que los cobrizos llegaron ya hace un tiempo para quedarse y da igual la estación del año en la que nos encontremos. Todos valen, del más profundo e intenso al más sutil".
Un color exigente
“Especialmente recomendado en pieles blancas y ojos en tonos verdes y grises, es un color de altísimo mantenimiento. Es el tono que se pierde con mayor facilidad y más se oxida. Por eso, hay que retocar el color como máximo cada cuatro semanas. Además, es imprescindible el uso en casa de cosmética capilar con pigmentos que repongan los tonos cálidos y los más rojos, que son los que se pierden con mayor rapidez”.
Pelirrojos para cada tono de piel
Más allá de las tendencias, es imprescindible dar con los tonos que más nos favorezcan. Desde la firma David Künzle nos dan algunas claves para encontrar el pelirrojo ideal para cada tipo de piel.
Los tonos jengibre o canela, como el de la actriz Christina Hendricks, se ven mejor en pieles más claras: “Para mantener este color debe existir un equilibrio de cobre y oro en el cabello, evitando cualquier naranja abrasivo. Para que dure, hay que usar un champú suave y acondicionador, productos a ser posible sin sulfatos”, comenta David Lesur. El rojo castaño o Auburn está recomendado en mujeres de tez neutra o clara, y es la manera ideal para que una morena natural pase a lucir un cálido toffee que, en ocasiones, requiere balayage.
Para pieles rosadas, lo mejor son los tonos neutros medios, como los que puede proporcionar un rojo metalizado, con el que pueden atreverse preferentemente las rubias. Pensemos, por ejemplo, en la actriz Isla Fisher para experimentar con un tono metálico rosa y sombras albaricoque, lo cuál queda estupendamente en este tipo de piel: “Si queremos que dure, recomiendo un champú seguro para el color y enjuagar después con agua fría, pues la caliente hace que la decoloración sea más rápida”, recalca Lesur.
Finalmente, los tonos escarlata más brillantes, audaces y artificiales quedan perfectos en tonos de piel de medios a profundos. En cambio, el resultado puede ser demasiado 'encendido' si se tiene la piel clara. “Este rojo, situado en el lado más frío de la paleta, requiere por lo general de más mantenimiento, por lo es preferible llevarlo un tiempo corto y luego cambiar. Generalmente, si la piel es más oscura, un caoba es siempre más adecuado que un rojo anaranjado, sin duda más favorecedor en una mujer de piel clara”.