Del rosa... ¡al lila!
Asociamos el rosa a las mujeres, a lo femenino, pero no siempre fue así. Hasta no hace mucho el rosa era un color que se asociaba a la pureza y por tanto a la representación de figuras sagradas. También lo han utilizado como símbolo de poder y riqueza los monarcas. Todo fue así hasta la llegada de Mamie Eisenhower a la Casa Blanca, como primera dama en los años 50. El rosa era su color favorito, casi una obsesión, que incorporó a su vestimenta y también a la decoración. Y cuando la prensa le preguntó por ello, ella se limitó a responder “solo sirvo para ser ama de casa”. Con ese comentario tan poco afortunado consiguió darle una nueva significación no solo a un color, también al rol del resto de las mujeres.
En cambio, el lila es el color que relacionamos con el movimiento feminista y está desprovisto de estas connotaciones tan tradicionales, por eso son ya algunas las que se desmarcan de la tendencia del rosa. Así lo cree Felicitas Ordás, directora de Felicitas Hair: “El lila o violeta es un color mucho más empoderador, conlleva una connotación de fuerza que no tiene el rosa, más relacionado con lo infantil y la dulzura. Es por eso que las más avezadas han decidido apostar por este color, aplicándolo con reflejos o de una forma más total. La coloración en el cabello es siempre altamente simbólica y nos refleja como individuos y sociedad”.
Los colores extremos son tendencia
Si hay una tendencia en coloración que ha arrasado y ha superado todos los convencionalismos, esa es la coloración extrema o vibrante. Después de días encerrados en casa, hemos decidido atrevernos con tonos que hasta hace poco eran considerados extraños, como sucede con el violeta. Eso es lo que argumenta Rafael Bueno, del salón Rafael Bueno Peluqueros: “Sin duda esta es la que considero la gran novedad del año en cuanto a coloración. Estábamos acostumbrados a que grandes estrellas jugaran con el color, pero ahora se han traspasado fronteras sociales, eso es lo que me parece más significativo. Y mujeres que superan los cuarenta años deciden transmitir su energía con esta coloración, la amatista, tan atractiva, sugerente y, sobre todo, verdaderamente empoderadora.”
Por este motivo, este color da un paso más con las reivindicaciones que ya se entreveían con el cambio de color de Kaia Gerber hacia un rosa más profundo, alejándose de los tonos pastel. El color amatista es otra de las tonalidades de tendencia y que se adaptan con su intensidad, tanto a las melenas de base más clara como a las oscuras, tal y como nos explica Manuel Mon, director de Manuel Mon Estilistas: “El amatista combina a la perfección con todo tipo de tonalidades de base. Queda muy bien en las puntas con una raíz oscura o bien para darle un twist a las melenas rubias. La clave está en personalizarlo según los rasgos y la personalidad de la clienta, y para las más atrevidas, por qué no, aplicar este tono precioso a toda la melena. La intensidad o sutileza depende de cada persona, pero lo que está claro es que es un color más novedoso y con mucha más fuerza que el rosa”.
El amatista, el lila o el violeta acaban de llegar, aunque lo hacen con fuerza y sin timidez. Y lo mejor es que no es un color especifico para un tipo de tez, ya que “es un tono que combina tanto con las pieles claras como con las oscuras. Cuando añadimos un toque lila a una base castaña oscura, la enriquece y la baña de un matiz chocolate. En las puntas, que acostumbran a ser más claras, les aporta un matiz de energía y, en las melenas rubias, las transforma otorgándoles muchísima personalidad”, nos explica Carlos Valiente, director de Salones Carlos Valiente.