Los tonos cobrizos se han convertido en una tendencia imparable desde hace ya varios años. Y esta temporada se alían con el rubio, bajan su intensidad y se apagan ligeramente para abrazar su faceta más natural… ¡triunfa el Copper Blonde! Colores otoñales para mimetizarse con la nueva estación. Si hay un tono que suponga una dulce transición de temporada, ese es el copper blonde que, en esta ocasión, como explica Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez, “se aleja de los matices rojizos para apostar por una paleta más golden”.
Una apuesta que, en palabras del estilista, “aporta una increíble profundidad y luminosidad a las pieles más claras, pecosas y con ojos verdes, ámbar o marrón. Más oscuro o más claro, se adapta a todas las bases naturales”. Eduardo Sánchez recomienda “trabajarlo con mechas en dos tonos o combinar un baño de color con reflejos para dar volumen, movimiento y profundidad al cabello”.
Eso sí, conviene tener en cuenta que “probablemente sea el tono más difícil de mantener de todos los que componen la carta cromática. Aunque depende mucho del tono natural de base, exige tratamientos posteriores que mantengan el cabello a salvo de virajes de color que podrían ir del amarillo verdoso al naranja, así como productos que mantengan la intensidad de color. Y en este caso concreto, el acabado brillante, exige recurrir a fórmulas especializadas”, recuerda Eduardo Sánchez.
Y el estilista añade, “es, sin duda, el tono qué más rápido puede virar, a la hora de aplicarlo, los pigmentos cobrizos se fijan muy fuerte, pero en contraposición se van mucho rápido. Por eso es imprescindible el uso de champús, mascarillas o acondicionadores con pigmentos” . “Con ondas y ligeramente texturizado, saca su máximo esplendor”, recomienda el director de Maison Eduardo Sánchez.