En invierno la luz es distinta, todo está más calmado y eso permite ciertas licencias a las novias tanto para escoger el lugar como el modo de vestirse. Escaparse de la temporada de bodas tiene recompensas.
AL ABRIGO DE LA NATURALEZA
Los bosques o paisajes nevados transmiten quietud y esa relajación anima a crear una estética diferente. “Una novia de invierno puede recurrir a prendas que en otra época del año no tienen cabida, como las estolas o las chaquetas cortas de pelo. Según el carácter de la boda, eso nos llevará a recogidos distintos, incluso étnicos como las dos trenzas o los semirrecogidos con complementos como plumas“, explica Gonzalo Zarauza, peluquero y asesor de imagen de San Sebastián, autor de ‘Wedding Dreams’, el libro imprescindible de asesoría nupcial.
INVIERNO EN LA CIUDAD
Las novias más urbanitas pueden adaptar su imagen a su carácter más cosmopolita. “Las prendas más informales tienen cabida según el tipo de ceremonia o cuando se le añaden detalles lujosos. Eso nos permite ampliar las posibilidades de los peinados, melenas recogidas en un lado con un trenzado de raíz, texturizadas y sueltas o cómodos recogidos del street wear“, sugiere M.ª José Llata de Peluquería Llata Carrera desde Santa Cruz de Bezana (Cantabria).
NOVIAS DE INVIERNO CON ESTILO
Las prendas que nos proponen las tendencias. “Incorporar prendas de moda como americanas oversize o con hombros rectangulares son ideales para las novias de invierno, presenta una imagen más festiva y actualizada. Eso nos lleva a peinados que podemos ver en pasarelas o alfombras rojas: shaggys rizados con flequillo, moños creativos, melenas ultralisas, etc.“, asegura Charo García de Ilitia Beauty & Science desde Balmaseda (Bizkaia).
Créditos imagen portada: Instagram @atelierzolotas