¿Qué importancia tiene la imagen de los peluqueros para el negocio y la percepción de los clientes?
GZ: Es un factor determinante en el éxito de cualquier salón. No tenemos que olvidar que el 93% de la comunicación es no verbal. A veces nos preocupa demasiado lo que decimos cuando hablamos, creyendo que es lo más importante. Sin embargo, tienen un impacto mucho más fuerte otros elementos: la indumentaria, los colores utilizados, la higiene personal, el lenguaje gestual, el tono, la cortesía…
JP: La imagen que ofrece el estilista a su clientela debe ser cuidada hasta el mínimo detalle para ofrecer una garantía del dominio de la imagen, el peinado, el maquillaje y el vestuario.
CM: La buena imagen del profesional peluquero es fundamental para crear un clima de confianza y de profesionalidad. Si un peluquero ofrece un buen aspecto físico, el cliente comprende que de verdad le importa la estética: la personal, y la suya.
¿La imagen del equipo es algo que se tenga que trabajar y planificar?
GZ: Indiscutiblemente, la imagen del personal en los salones de peluquería hay que planificarla. Los uniformes, el peinado y el maquillaje no deben entenderse únicamente como algo decorativo o para embellecer y favorecer a los empleados. Su función va más allá y es un elemento importante de la imagen corporativa.
JP: Por supuesto, hay que trabajarlo y mucho. Se hace planificándolo adecuadamente: primero, con una buena formación; después, consiguiendo la identificación de los colaboradores con el plan de la empresa. Y, por último, controlando, en el día a día, que se sigan los procesos de forma adecuada.
CM: Desde Universidad de la Imagen recomendamos un pequeño cambio en el vestuario dos veces al año (coincidiendo con primavera/verano y otoño/invierno), con un guiño a las tendencias. Esto permite reforzar la comunicación con el cliente al explicarle el porqué de esta elección y vincularlo al mundo de la moda y las tendencias del momento.
¿Qué consejos darías respecto al vestuario?
GZ: Un buen uniforme tiene que transmitir el estilo y los valores del salón, pero sin esconder la esencia y personalidad de quien lo lleva. Entre los requisitos que debe cumplir: ser cómo y que no moleste a la hora de trabajar, que sea favorecedor y aporte seguridad a los trabajadora, y mejor si está confeccionado con tejidos de calidad y anti manchas.
JP: Me decantaría por un vestuario minimalista, actual, cómodo, pero estético.
CM: Estamos en un momento en el que el “Refinamiento francés” de los años 40 está más en auge que nunca. Pantalones rectos cómodos, pero más altos de los tobillos; camisetas cómodas, de un material transpirable; un pañuelo fino elegantemente anudado al cuello, del color corporativo del salón, son algunas ideas para esta temporada.
¿Qué consejos darías respecto al cabello?
GZ: Puede existir un conflicto entre los gustos personales de los empleados y el estilo del salón. Por lo tanto, la mejor opción es peinarse de forma sencilla y neutra, evitando chocar con los intereses de la empresa. Por ejemplo, sería terrible que un salón tenga como bandera el cuidado y la calidad del cabello y una empleada tuviera un cabello demasiado oxidado o con exceso de químicos.
JP: Lo ideal serían cortes y colores actuales, ya que vendemos novedad, cambio e innovación, y, por lo tanto, debemos plasmarlo en nuestra propia imagen.
CM: Los clientes piden lo que ven. Esto quiere decir que si está de moda el tono gris y lo ven en la estilista, lo piden. No podemos olvidar que somos los primeros prescriptores de la imagen del salón y, en este punto, el dueño del salón tiene un papel fundamental para que todos los colaboradores tengan una imagen cuidada y a la moda.
¿Qué consejos darías respecto al maquillaje?
GZ: El horario habitual de los salones es de mañana y tarde, y en estos horarios la característica principal del maquillaje es que sea limpio, sencillo y favorecedor. Lo ideal es utilizar colores de temporada y, sobre todo, si son los que se venden en el salón.
JP: El maquillaje es fundamental y tiene que estar perfectamente realizado tanto en harmonía como en contraste. Yo aconsejaría un maquillaje moderado.
CM: El maquillaje, especialmente en centros especializados, también debe estar cuidado. Si por excesivo volumen de trabajo no se puede hacer un maquillaje completo, un gran truco es pintarse los labios y utilizar algo de colorete e iluminador.
¿Qué es lo que se debe evitar a toda costa en todos estos aspectos?
GZ: Lo que hay que evitar es aquello que no concuerda con el estilo del salón y lo que pueda producir rechazo en la clientela. Ante la duda, mejor hacer caso a la gran frase del arquitecto Mies van der Rohe “menos es más”.
JP: Se debe evitar el mal gusto, la estridencia y los estilos exagerados, que de alguna forma pueden "asustar" a la clientela. La imagen que debe proyectar el equipo es la que corresponde al concepto del salón.
CM: Descuidar los detalles o aportar una imagen demodé. Atrás quedaron los estilos a base de uniformes tradicionales, los zuecos y vestirse en un total look de los mismos colores que tu salón. Hoy en día hay que buscar el carácter propio del estilista, unido a la imagen del salón.