El sector de la peluquería despide a uno de los peluqueros más reconocidos a nivel internacional, un pionero de la franquicia de la peluquería e inventor de los “degradados”. Quienes lo conocían lo describen como un hombre visionario, vanguardista y creativo, que consiguió crearse un nombre por sí mismo a través de ideas innovadoras y un estilo revolucionario que buscaba la innovación, lo urbano, lo moderno, más allá de lo provocador, lo rockero y sensual, pero siempre siguiendo las últimas tendencias.
Perteneciente a una familia de peluqueros de Grasse, comenzó su carrera en París a principios de la década de los 50, la edad de oro de los “artistas” peluqueros. Comenzó trabajando en el salón del propietario de la revista de cine Cinémonde, una oportunidad para hacerse un nombre en la gran pantalla, llegando a peinar a la actriz Kim Novak que interpretaba a la heroína de Hitchcock.
No sería hasta la década de los sesenta, concretamente en 1961, cuando decidió abrir su primer salón en la exclusiva avenida Wagram de París, que se convertiría en el lugar que lo consagró como uno de los peluqueros más destacados y admirados, gracias a una de sus creaciones más innovadoras: el corte degradado a capas, creado para liberar a las mujeres del encorsetamiento de los cortes de cabello más rígidos.
Una revolución a la que seguirían otras muchas técnicas que él impuso como el corte a máquina, convirtiéndose en uno de los peluqueros más famosos de la época. Jean Louis David consiguió personalizar los cortes de cabello aportándoles movimientos y carácter como nadie antes lo había hecho, dando como resultado peinados estructurados y naturales, cambiando el secado con rulos y cascos por el brushing con secador de mano. Además, el peluquero francés cuidaba cada detalle. Así, en los años 70 y tras su experiencia, vio la necesidad de crear un video-training para formar en sus salones y poder ofrecer la excelencia de sus servicios.
Jean Louis David da nombre a una de las mayores cadenas de peluquería repartidas por todo el mundo. Pertenece al Grupo Provalliance, referente en Europa y con más de 20.000 colaboradores a nivel internacional.
Esta triste noticia supone la despedida a una figura del mundo de la peluquería que deja en herencia una nueva forma de entender y trabajar el cabello.
Peluquero, leyenda y amigo
Roberto Pissimiglia, director de Estetica Magazine, conoció a Jean Louis David como amigo y compartió muchos de los momentos más destacados de su carrera, ocasiones que, de hecho, cambiaron la imagen del cabello en todo el mundo. “Todos aquellos que le conocieron no pueden dejar de mostrarle un gran respeto, estima y gratitud tanto en su faceta de peluquero como, más tarde, de empresario”, afirma Roberto. “Cuando le conocí en la década de los 70, ya se había hecho un gran nombre por sí mismo. Considerado un “elite coiffeur” (peluquero de élite), fue adorado por la realeza y las estrellas, muy apreciado por la prensa y cortejado continuamente por compañías de productos, aunque su lealtad a L’Oréal se mantuvo siempre firme. Estuve sobre un escenario de Turín, presentando junto a él en una de sus primeras apariciones ante peluqueros italianos. En seguida conectamos y, desde entonces, pudimos compartir micrófono en muchas ocasiones”.
“Jean Louis David debe ser reconocido por sus muchos méritos. En primer lugar, por comprender la necesidad de “democratizar” la peluquería (su terminología, ¡no la mía!), creando una fabulosa experiencia en el salón, accesible a todo el mundo, no solo a los clientes con mucho dinero en los bolsillos y mucho tiempo para pasarlo en el salón. Al llevar esta teoría a la práctica, nació ‘el sistema Jean Louis David’: con su método, su formación, sus colecciones creativas y, sobre todo, los salones con ‘su perspectiva innovadora’. Fue el nacimiento de un concepto totalmente novedoso en Francia en 1976: toda la experiencia del salón visible desde el exterior, unisex sin límites ni excepciones, listas de precios a la vista, carteles llamativos y una excelente cobertura en los medios. Dos años después, abrió la primera academia, disponible para cualquier peluquero que quisiera seguir el camino de Jean Louis David. Aquí comenzó la escalada que llevó a la explosión del fenómeno de franquicias, que se apoderó de nuestra industria a nivel mundial. También debe ser recordado por su excelencia con la fotografía: durante la década de los 80, el trabajo creativo de Jean Louis David se convirtió en un referente para cualquier persona que trabajara en publicaciones de peluquería. A día de hoy, sus vídeos e imágenes siguen siendo un valioso punto de referencia para cualquiera que ame el cabello”.
"Otro recuerdo que siempre llevaré conmigo es el de Jean Louis David como Showman”, continúa Roberto Pissimiglia. “Llegó a cortar y peinar el cabello de 60 modelos, masculinos y femeninos, en tiempo real, y la reacción y respuesta de su cautivado público siempre fue increíble. Como amigo personal y amigo de Estetica, deseo rendirle homenaje diciendo lo que creo que fue el verdadero secreto de su éxito: Jean Louis David nunca dejó de ser peluquero, de creer en la peluquería y de pensar en el futuro de la profesión. Esto lo percibieron los peluqueros y lo apreciaron mucho”.
