A pesar de la buena noticia, esto estará lejos de ser una vuelta “al negocio de siempre”. Aunque los peluqueros suizos ya están esperando un nuevo comienzo, se requerirán máscaras de protección, así como estrictos controles de higiene, tanto a nivel personal como ambiental. El peluquero y barbero Eddine Belaid, de Zúrich, ha compartido con Estetica su visión de lo que significa esta relajación del confinamiento para la industria del cabello en Suiza y ha elogiado a la asociación Coiffure Suisse por su continuo apoyo a la industria: “Quiero expresar mi agradecimiento a Coiffure Suisse por su compromiso, asegurándose de que fuéramos uno de los primeros en poder abrir nuestros salones de nuevo”, afirma. 

La asociación ha llegado incluso a recopilar una lista completa de proveedores de mascarillas protectoras en su página web, que serán obligatorias tanto para los peluqueros suizos como para los clientes cuando los salones vuelvan a abrir el próximo lunes. Eddine también señala que cada salón de peluquería y barbería deberá implementar y presentar una normativa de higiene a Coiffure Suisse. Esto no supone un problema para él ya que, como peluquero de éxito con tres peluquerías a su cargo, un salón Aveda en Zúrich y con un equipo de 12 personas, ha estado trabajando de acuerdo a las más estrictas normas y directrices de higiene durante años. “Con la barbería trabajamos de manera mucho más profesional y especialmente con los cursos de formación, donde las normas de higiene son mucho más estrictas de todos modos”, explica. 

Eddine confirma que la prisa por reservar cita en el salón será enorme, cuando las peluquerías vuelvan a estar en marcha. “Cuando se anunció a principios de semana que los salones podrían reabrir sus puertas el 27 de abril, nos encontramos con 130 citas reservadas online y otras 150 por teléfono”. Al preguntarle cómo piensa hacer frente a esta mayor demanda, explica que ya ha tenido que contratar a un nuevo empleado. Además, para poder atender a los clientes que puedan ser extremadamente vulnerables a Covid-19, Eddine ha preparado una habitación específica separada en uno de sus salones. 

“Veo este nuevo comienzo como una gran oportunidad para el mercado. Depende de cada peluquero o barbero cómo lo aprovechemos”, concluye Eddine. “Una cosa es segura: los clientes siempre han apreciado el trabajo que hacemos para ello, pero tal vez ahora vean nuestra profesión desde una nueva perspectiva, habiéndose dado cuenta de lo difícil que puede ser la vida sin nosotros”.