Según los informes gubernamentales más recientes, la hoja de ruta del COVID-19 del Reino Unido para salir del confinamiento avanza de acuerdo con el plan. Con más del 61% de la población adulta del Reino Unido que ahora ya ha recibido al menos su primera dosis de la vacuna y el objetivo del 15 de abril de vacunar a 32 millones de la población ya culminado, crece una ola de optimismo de que esta relajación de las restricciones ya es "irreversible''.
Ese es ciertamente el caso de nuestra industria, donde peluquerías y barberías no perdieron el tiempo en reabrir sus puertas, con una reserva previa de citas prácticamente completa durante al menos las próximas 3 a 4 semanas – algunas incluso por más tiempo. ¡Cualquiera que no tenga una cita y espere arreglarse el cabello esta semana realmente lo va a tener difícil! Independientemente del tiempo que lleve completar esta campaña tan esperada para "cortar los cabellos de la nación", el estímulo psicológico que tendrá tanto para el negocio de la peluquería y la belleza como para sus clientes será enorme e inconmensurable.
En un fin de semana en el que el número de muertes relacionadas con el COVID-19 durante el último período de 24 horas fue de siete fallecidos, el primer ministro Boris Johnson instó a la población británica, ya agotada por interminables restricciones, a continuar "comportándose de manera responsable"; consejo que quizás, por una vez, marque el tono correcto. Johnson es un Primer Ministro que debe ser siempre consciente del estado tambaleante de su economía nacional, por lo que, junto con el canciller de Hacienda, Rishi Sunak, espera que la apertura de salones de peluquería del lunes –que se llevó a cabo en conjunto con comercios no esenciales y hostelería al aire libre– debería dar como resultado que las empresas y la economía del país tengan un impulso muy necesario en las próximas semanas.
Los consumidores lo suficientemente afortunados de haber conservado sus empleos durante el año pasado han gastado mucho menos de lo que normalmente habrían gastado, lo que ha resultado no solo en un enorme deseo reprimido de salir y gastar, sino también en que dispongan de los medios económicos para hacerlo. Nadie sabe qué efecto tendrá todo esto en las tasas de propagación del virus, pero con el modelo de la University College London (UCL) que informa que un 73,4% de la población del Reino Unido porta ya anticuerpos del COVID-19, ya sea por vacunación o por inmunidad preexistente después del contagio, el deseo ardiente de volver a la normalidad del país es más que comprensible.
Con informes reportando turnos maratonianos de 12 horas y algunos salones incluso abriendo sus puertas a medianoche, ahora toca por fin felicitar a la industria de la peluquería y la belleza del Reino Unido... cansada pero muy feliz: ¡de vuelta a trabajar en lo que más ama!