La mayor parte de las veces el emprendedor no es consciente de serlo y se considera un soñador. Luego se da cuenta de que los sueños necesitan tiempo para materializarse, mucho trabajo, concentración y constancia. ¡Sobre todo nunca rendirse!
Aparecen las dudas:
– ¿Estaré haciendo lo correcto?
– ¿Esto no será mucho para mí?
– ¿No me habré precipitado?
En ese momento empezamos a consultar a nuestro círculo cercano, que no siempre tienen el conocimiento o la experiencia necesaria. ¡Nunca consultes a nadie que no haya pasado por lo que tú estás pasando! Da igual que sea un familiar o un amigo del alma, si no hay experiencia no puede aportarte lo que necesitas.
Lo mejor que puedes hacer es detenerte a pensar, a analizar y encontrar las verdaderas respuestas que te aportarán la motivación que necesitas.
– ¿Por qué me decidí a hacerlo?
– ¿Por qué quiero conseguirlo?
– ¿Qué va a suponer para mí el alcanzar este objetivo?
– ¿Realmente quiero ser un emprendedor?
– ¿Puedo hacer algo más que todavía no haya hecho?
¡Si te convencen las respuestas, entonces decídete a ser un emprendedor! Alguien que trabaja con inteligencia, usando todos sus recursos y sin rendirse, para conseguir su sueño.
Si has decidido iniciar tu proyecto abriendo un negocio, has de tener claro que tienes que saber algo más que cortar el cabello, aplicar un tinte o realizar un peinado. Si has decidido ser un emprendedor, tienes que saber manejar números, tus emociones, controlar los gastos, aprender a invertir tu dinero, a comprar mejor, a crear, dirigir y motivar a un equipo. Solo así despegará tu proyecto, solo así alcanzarás tu sueño.
Es bonito no depender de un sueldo, vivir la vida que siempre has querido, ser un empresario... pero no te equivoques, no es rápido ni fácil, no es apto para débiles. Pero sí te puedo decir que es ideal para soñadores motivados y sin miedo.
Un peluquero empresario gestiona su negocio con mentalidad empresarial, visión comercial y alma de peluquero. Consigue transformar la vida de las personas, les hace sentir más bellas, más felices, pero sobre todo vive de ello. ¡Un trabajo es un trabajo y si disfrutas haciéndolo, mejor! ¡Ya sabes, convierte tu pasión en tu profesión! Tu profesión, grábalo en tu mente. No pierdas el norte. Si al final del día no has facturado lo suficiente para obtener la rentabilidad que necesitas, algo está fallando. Ese sueño puede convertirse en pesadilla.
Los soñadores sin más, disfrutan por poco tiempo, justo hasta que empiezan los problemas económicos. Los emprendedores viven su sueño mejorando su vida y ganando el dinero que necesitan y merecen.
Piensa en la libertad, en poder decidir sobre tu vida y sobre tu negocio, en que no tendrás límite para ganar dinero. No eres un empleado, no hay esa “cierta seguridad”, pero se abre un mundo de posibilidades sin límite proporcional a tu capacidad.
Muchas personas dicen que si puedes soñarlo puedes hacerlo, yo te digo que puedes hacerlo solamente si dedicas el tiempo necesario para analizar, tienes los conocimientos suficientes para llevarlo a cabo y estás cargado de pasión y voluntad. ¡Pero sobre todo convencido de que nunca te rindas! ¡Sueña, trabaja, disfruta, vive tu sueño!
¡Feliz y productivo día querido emprendedor!
- ALEX DOBAO
- Business Promoter & Consultant
- www.alexdobao.com
