Los flequillos han vuelto y van ganando cada vez más fieles seguidoras. Se trata de uno de esos hairstyles capaces de cambiar un look al instante. Y las opciones son muy diferentes: largo, de cortina, despuntadito, recto, de lado, ultra corto... Unos y otros no solo transforman totalmente el estilo de la persona, sino que le dan simetría y equilibrio a su rostro.
El Equipo Artístico de Llongueras explica cómo elegir entre la variedad de tendencias y acertar en función de cada rostro. Los flequillos finos y ligeros, por ejemplo, ayudan a contrarrestar las mandíbulas muy marcadas, mientras que aquellos que son laterales ayudan a estilizar visualmente las caras más redondas.
ROSTROS CUADRADOS
Los flequillos juegan mucho con las ilusiones ópticas y, en el caso de mandíbulas marcadas, la clave está en atraer la atención hacia la zona de los ojos. Si dividimos la melena por el centro y desfilamos ambas partes por igual, tendremos un flequillo efecto cortina que favorece a las mujeres con un rostro cuadrado. A ambos lados de la cara, dejamos unos mechones largos para que ayuden a suavizar las facciones. El efecto cortinilla permite peinar el cabello de muchas maneras: suelto, con coleta alta o baja... El estilo dependerá de si se quiere conseguir un look más desenfadado o sofisticado.
ROSTRO ALARGADO
El equipo de Llongueras recomienda pensar qué partes de la cara queremos resaltar antes de plantearnos cualquier flequillo en este tipo de rostros. ¿Por qué? Con una cara larga, que generalmente tienen una frente más alta y no demasiado ancha, el estilista tiene mucha área para trabajar. Cortar un flequillo con un ángulo diagonal resaltará las zonas centrales como los ojos y labios, en lugar de la frente o la parte inferior del rostro. Un flequillo recortado no es la mejor opción ya que solo alargará la frente y, por supuesto, la longitud total de la cara. La longitud del flequillo tiene que ser baja: lo mejor es que esté justo alrededor de las cejas.
ROSTROS REDONDEADOS
Un flequillo lateral favorece a todo tipo de rostros, pero especialmente a los ovalados, ya que suaviza los contornos y armoniza las caras con mejillas anchas. Si peinamos el flequillo hacia un lado conseguimos una sensación de más verticalidad en la cara, y, por tanto, una forma más alargada. Por lo general, los cortes rectos casan muy mal con las caras redondas porque visualmente las aplastan. Aunque si te gusta este estilo puedes probar con un micro flequillo. Como se deja un espacio amplio hasta las cejas esto alarga ópticamente el rostro.
ROSTROS EN FORMA DE CORAZÓN
Son aquellos que tienen la frente ancha y una barbilla estrecha. Para este tipo de caras, Llongueras recomienda un flequillo en forma de media luna. Es decir, ligeramente más corto en la zona del medio, pero más largo en los contornos.
Si realmente no buscamos equilibrar los rasgos, podemos atrevernos con unas baby bangs, un flequillo más minimalista y setentero que se corta a la mitad de la frente. Cada dos semanas, aproximadamente, hay que volver al salón para que el estilista retoque el largo de las baby bangs y no perder el estilo del corte.
ROSTROS OVALADOS
Son los afortunados a los que les favorece casi cualquier look porque su rostro tiene mayor longitud que, por ejemplo, el de una cara redonda. En estos casos, se puede aprovechar para probar con un flequillo corto por encima de las cejas, pero sin llegar al tamaño de unas baby bangs. ¡Un guiño a lo retro que no deja de lado el toque futurista! Los flequillos medios funcionan muy bien con los cabellos rizados.