Los cambios constantes de temperatura –la calefacción, el uso de gorros, etc.– no solo acortan la duración de tu peinado. También provocan que el cabello esté lleno de electricidad estática, chafado en las raíces y con falta de volumen. Como profesional, tu misión es explicar a tus clientes cómo mantener un cabello sano y bonito, incluso durante el invierno más frío. 

Todo empieza con la elección del champú: opta por uno que contenga ingredientes hidratantes y regeneradores, algo muy útil también durante el resto del año. Además, es importante saber regular la temperatura del agua, que no debe estar demasiado caliente para evitar que el cabello se engrase en las raíces y que las puntas se sequen.

Cuando el cuero cabelludo está estresado, puede reaccionar formando una caspa muy antiestética. Para deshacerte de ella, puede que no sea suficiente con utilizar un champú específico, así que prueba a aplicar un serum especialmente formulado para resolver este tipo de problema.

También es conveniente invertir en un buen cepillo, para cuidar y masajear el cuero cabelludo. Debe tener un mango redondeado especial y cerdas naturales para estimular la circulación de la sangre y garantizar la exfoliación. 

Otro de los pasos imprescindibles, en todo tipo de cabellos, es usar un acondicionador específico después del champú. En el caso de melenas excesivamente dañadas, es preferible planear un tratamiento intensivo una vez por semana para restablecer su equilibrio. 

A la hora de secar y peinar, no dejes que el secador o la plancha estén a demasiada temperatura (esto también te sirve para todo el año) y usa siempre un protector térmico. Puede que el proceso sea un poco más largo, pero el cabello estará mucho más sano. Además, muchas de las nuevas generaciones de secadores incluyen una función ionizante que permiten eliminar la electricidad estática que tiende a acumularse en el cabello, los gorros, las bufandas, etc. 

El cabello rizado sufre especialmente cuando el clima es húmedo y lluvioso. Se vuelve encrespado  e indomable, haciendo necesario seguir una estrategia anti-frizz, con una base de aceite nutritivo y productos específicos para mantener el encrespamiento bajo control. 

Después de un tiempo bajo condiciones meteorológicas complicadas, el volumen se vuelve un espejismo y el cabello tiende a ensuciarse más rápidamente. En estos casos, utilizar champús en seco y/o polvos voluminizadores es la mejor solución. Sigue cuidadosamente las instrucciones del envase para eliminar los residuos, especialmente en cabellos oscuros, utilizando el botón de aire frío del secador. 

Por último, la elección de la ropa de cama también puede jugar un papel importante. Por ejemplo, elegir una funda de almohada de seda o satén ayuda a proteger la estructura del cabello. Los tejidos suaves y delicados reducen la fricción y eliminan el encrespamiento. Este es un gran truco, especialmente para aquellas personas con cabello rizado u ondulado, o aquellas que deben hacer un viaje largo y quieren que el peinado les dure por más tiempo. Existen, incluso, cojines especiales que garantizan un plácido descanso para la piel y el cabello… ¡Pruébalos!