Carmen Muñoz es el alma máter de un proyecto que ofrece a sus clientes y clientas una nueva experiencia donde la calidad es la absoluta protagonista.
Alejado del estrés diario, MINIMA da lugar a experiencias que van mucho más allá del tinte y el corte de pelo, en una atmósfera íntima y acogedora, con una cuidada arquitectura interior de geometrías puras, colores neutros y maderas naturales. Tanto el diseño del salón como la imagen de marca han sido creados por Lugadero y muestran la apuesta por el cuidado del detalle con el fin de ofrecer calidez y relax.
Pensado para favorecer la intimidad entre el cliente y el profesional, MINIMA se presenta como un salón diáfano, de paredes modulares, que ocultan armarios y estancias, y donde cada zona de trabajo se encuentra diferenciada, con cierto grado de teatralidad, para ofrecer los diferentes servicios. El salón se divide en 5 espacios diferenciados: el acceso acristalado y zona de recepción, que genera un efecto “postal” desde la calle; el área más íntima de manicura; los tocadores, enmarcados y formando parte de la estructura modular; y, tras la división de lamas verticales, los lavacabezas. Una puerta oculta da paso al gabinete de estética al fondo del local.