Hemos hablado con Antonino Di Pietro, fundador y director científico del Instituto Dermoclínico Vita Cutis. La alarma se dio durante el 94° Congreso SIDeMaST, cuando Maria Bianca Piraccini, directora de la Escuela de Postgrado de Dermatología y Venereología de la Universidad de Bolonia, destacó las repercusiones que la enfermedad Sars Cov-2 puede tener en el cabello. Junto con la pérdida del gusto y el olfato, la fatiga física, los dolores de cabeza y las dificultades respiratorias, los expertos encontraron que más del 30% de las personas con Covid-19 hasta ahora también han experimentado una caída del cabello significativa.
Un fenómeno llamado ‘efluvio telógeno agudo’ que lleva a la pérdida de 100 a 200 cabellos por día y que suele ocurrir después de eventos traumáticos (en muy pequeña medida, esta caída también ocurre durante el cambio de estación). Una campana de alarma, pero sobre todo un efecto que también repercute a nivel psicológico.
Pero, ¿es realmente un fenómeno tan extendido? ¿Y existe una relación entre la Covid y la caída del cabello, que también podría ser muy masiva? Le preguntamos al profesor Antonino Di Pietro, fundador y director científico del Instituto Dermoclínico Vita Cutis: “Este es un problema que los dermatólogos hemos encontrado en este año y medio de pandemia pero, por el momento, parecería ser sólo un fenómeno transitorio. Incluso en pacientes tratados por mí, he notado que la caída del cabello tiende a resolverse después de unos meses.“
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE ESTE AUMENTO?
Desde un punto de vista científico, todavía no podemos dar ciertas respuestas sobre una correlación entre la Covid y la caída del cabello. Aún estamos en la fase de la investigación, pero se pueden plantear tres hipótesis:
Fuerte estrés: Cada vez que tenemos que enfrentarnos a una enfermedad importante, o una completamente nueva como es el caso de la Covid-19, nuestro cuerpo experimenta un período de estrés que puede afectar a la microcirculación. De hecho, bajo estrés, los vasos sanguíneos tienden a estrecharse y dejan pasar menos sangre (piensa en cómo nos ponemos pálidos después de un susto fuerte), una vasoconstricción que también puede afectar al cuero cabelludo, llevando menos sangre, oxígeno y nutrientes a los bulbos capilares y centros de germinación del cabello.
Deficiencia nutricional: Durante la fase aguda de la enfermedad se tiende a comer poco, o no comer nada, lo que conlleva una gran pérdida de peso y consecuentemente también una pérdida de cabello. Un fenómeno que se da cada vez que se realiza una dieta estricta o en el caso de la anorexia y la bulimia, que de hecho se encuentran entre los principales desencadenantes de la calvicie femenina.
La tercera hipótesis es la que está directamente relacionada con el virus de la Covid. En este año y medio hemos entendido que el virus ataca los vasos sanguíneos, tiende a destruirlos y provoca trombos, coágulos. Esto explica la grave neumonía que en este último año y medio ha provocado el hacinamiento en las unidades de cuidados intensivos: los trombos cierran los vasos sanguíneos, la sangre ya no circula y los tejidos entran en necrosis. Lo mismo sucede en otros órganos como el corazón, el cerebro, los riñones. A nivel científico todavía no tenemos ciertas respuestas, se ha lanzado la investigación a nivel internacional pero se necesitan meses para obtener resultados, aunque la causa de la caída del cabello en los pacientes con Covid-19 probablemente esté relacionada con un debilitamiento de los vasos que nutren los bulbos capilares. Con menos sangre en los bulbos pilosos y las células germinales, la caída del cabello es inevitable. Una caída que hemos notado tanto en hombres como en mujeres.
MÁS ALLÁ DE LA PÉRDIDA DEL CABELLO, APARECE LA TRICODINIA: ¿CUÁL ES LA CORRELACIÓN CON EL VIRUS?
La tricodinia es un dolor/malestar en el cuero cabelludo que puede ser provocado, exactamente como hemos dicho en el caso de la caída del cabello, por factores de ansiedad y estrés o por hipoxia, una condición de deficiencia de oxígeno en los tejidos del cuerpo. Permítanme darles un ejemplo simple: si atamos un cordón apretado al dedo, después de un tiempo el dedo se vuelve morado y se siente dolor debido a la falta de circulación. Lo mismo le ocurre al cuero cabelludo cuando hay alteraciones en la circulación sanguínea. Es un trastorno que puede presentarse asociado a la caída o no. También en este caso, se han puesto en marcha grupos de investigación a nivel mundial para intentar comprender la relación causa-efecto que existe entre el virus y estos trastornos, así como la evolución en el tiempo. Solo cuando tengamos un historial de casos más amplio será posible delinear una imagen más precisa y completa.
COVID Y CAÍDA DEL CABELLO: A NIVEL DERMATOLÓGICO, ¿QUÉ SE PUEDE HACER ANTE ESTE PROBLEMA?
Los masajes de fricción con lociones a base de glixina, un nuevo principio activo a base de glucógeno, sustancia presente en los primeros meses de vida cuando el bebé se está formando en el útero materno, pueden resultar útiles. De hecho, muchos estudios creen que el glucógeno es esencial en la formación del cabello en el embrión y hemos notado que, si se usa después de un período fuerte de estrés, una dieta estricta o una enfermedad, promueve el crecimiento del cabello, haciéndolo más fuerte. Los dermatólogos lo usan en forma de loción, pero también está disponible en champú.